De mi corazón al suyo
Quise tanto
cuidar su corazón y no pude; dolía un poco más que mi alma, así como este
anhelo entendido de querer tener justo ahora sus abrazos y su sonrisa, sus ojos
achinados, su persona entera. Después de este período que es el único dolor que
tengo ahora con todo y el alma sana solo espero que vuelva ese corazón que
siempre quise cuidar y no pude.
Cualquier
batalla propia sin sus latidos como blanco me habría vivido sin tantos porqués
al eterno y sin cuestionar (para nada) la gloria venidera.
Hoy (como varias
veces antes) quiero abrazarle: los brazos, la espalda, el corazón, la sonrisa,
quiero no haberla perdido. Y me permito alimentarme con paz de certezas que
volverá conmigo esa increíble persona que sé (y siempre he sabido) que es.
P.S.: Ya extraño
su corazón.
Comentarios
Publicar un comentario