Susurrovejero

De todos los perdones, mi conciencia sabe que el puro no abarca orgullos.
Intenté con toda la matemática de mi niñez contar de cuatro en cuatro y no me permitió el alma seguir sumando. A pesar de todo ¿Cómo le explico al corazón que no se me debe sentir desechado? Que si lo digo, lo hago viendo mis manos donde lo tengo al alcance y aun así hay veces que me florece el miedo en la uñas.

No sé si ésta es una pregunta antaña o mañanera y sé que además de la que a certezas vivimos también están las vidas que inventa el resto del mundo, pero ¿Qué de cierto que el corazón tiene vida propia? Sentir propio, pena propia… 

soy la oveja que replica que no tiene un padre humano en esta tierra que piso, que entiende su destino  pero que mas que ir resignada, hoy, va dolida. Por favor que alguien me diga ¿Cómo le explico al corazón de la oveja que no se debe sentir desechado?

Después de ser el ejemplo nombrado en más de una predica paso a ser la oveja que lleva una etiqueta; he dejado como esas, otras huellas en el camino, al fin y al cabo, vamos al matadero- me digo-, pero ¿Cuál huella ha de marcar más?

Así que pido de favor
Que   alguien le mienta a la oveja que la última tinta no era indeleble. Porque yo no puedo hablarme más.




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