Por fin te vi


Por fin lo vi,
y no es que fuese la primera vez, pero cuando me acuerdo de él me acuerdo de 3 recuerdos;


el primero son sus fotos, las que nunca me canso de ver;
el segundo es el relato contado con amor de quien lo vivió;
el tercero, un sueño,
un único sueño que me ha regalado en toda mi vida, donde venía, acercándose a mí, con un andar tan lento que me hubiese desesperado si no hubiese estado en ese estado de shock, realmente no podía creer que lo veía y que lo alcanzaría si daba tan sólo un pequeño trote,
pero a mis piernas ni se les había ocurrido reaccionar cuando ya había despertado.


Es lo que reproduzco en mi mente una y otra vez,
mis 3 recuerdos desgastados
tristes
ausentes.


Hoy, al despertar tenía tanto miedo de que el tiempo me dejara atrás que no podía seguir durmiendo,
acordamos entre sangre quien iría a verlo, y claro, yo de cualquier modo estaba incluida en el plan,
casi llego a destiempo.


Pero por fin lo vi,
era como ver una casita de legos cayendo, captando su imagen en el aire antes de que toque el piso y se desarme.


Vi las mejores partes de su cuerpo:
esos brazos que tanto quiero que me abracen,
la cabeza donde han habitado los ojos y la sonrisa mas hermosa de todas,
y ese espacio en su pecho donde he querido desde hace mucho poner mi oído para escuchar su corazón.


Por fin lo toqué,
duro como un roble,
separados sólo por una fina tela,
lo toqué mas allá de la piel,
sentí el peso de su cuerpo por sólo un momento
y durante todo el milagro evité llorar,
sabiendo que solo sería un probadita de amor,
de cielo,
una irrepetible oportunidad que sólo se tiene una vez en mis mil vidas.


Me quedé sentada a su lado un momento antes de que otras manos lo alejaran de nuevo de mí.


Pensé que sería hasta allí, pero


luego me encontré hablándole y acariciándolo como nunca antes lo había hecho, lo dejé reposar un poco sobre mi pecho y lo cuidé de la nube gris que explotó.


Otra vez, pensé que sería hasta allí,
pero cuando mi hermana llegó a casa,
mientras todos tergiversaban la tristeza yo sentí que mi corazón era atraído; una vez terminados los primeros protocolos le pregunté


"¿Quieres hablar?" y ella negó con la cabeza, la abracé y se derramó...
luego, durante una llovizna preguntó


"¿Lo viste, verdad?" y yo le dije que sí.


"¿Estaba completico?" y yo le dije que sí,


"Lo cargué como un bebé"
...silencio






"Lo abracé mucho y no lo quería soltar"
...silencio


"Todos sus huesos duros"
...silencio




"Y yo sólo quería quedarme con un huesito, solamente un huesito pero no me dejaron"...
"Me lo quitaron y yo no quería"...


diluvimos juntas.




Y yo solo hacía silencio;
no pude decirle que yo quería oír el traqueteo que juntaban cada hueso de su cuerpo y volverlo a unir hasta formar el esqueleto entero,
que yo quería que se formaran sus músculos y apareciera carne sobre sus huesos... pero aún no tenía aliento


"¿Por qué no lo tenemos aquí?"
- Porque nos lo quitaron de nuevo- le dije.
Y no pude decirle que quería que el aliento viniera de los cuatro vientos y soplara y volviera a vivir.


- Acuéstate a dormir - le dije,
"No, quiero dormir con él", yo le dije que iría a buscar... "Yo lo busco..." - No, yo lo busco y las dos vamos a dormir con el, ¿si? - ella asintió.


Al final nos acostamos los 3 juntos, yo acariciaba y palmeaba a mi hermana para que se durmiera pronto entre sus "Quédate un ratico" y miles "Te amo" con los ojos cerrados
y aún después de dormida, yo, en silencio seguí palmeando la espalda de mi hermana al mismo ritmo que alguna vez fueron los latidos del corazón de nuestro padre.




Y no pude decirle que le agradecía el dejarme verlo y tener un recuerdo real
y sólo pude decir
"... un ratico"






pero papi se va a quedar siempre.


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