Zapatos sucios







¿Cómo podía pensar que puedo llorar a mis 28, por haber tenido los zapatos de la escuela sucios?


Un amigo me dijo que a mis 28 debo llorar por las cosas que no he llorado en mis 28 años, y que si esa es una de las cosas, no hay problema en hacerlo.
"Llorar es lo mejor del mundo" me dijo una amiga;
"Yo amo llorar. No hay razón estúpida para llorar. Si uno quiere llorar, llora y listo."


Todo comienza con mi problema al momento de ver a los ojos, evito hacerlo, no puedo mantener decentemente el contacto visual. Cuando hablo con alguien, lo miro a los ojos un segundo y desvío la mirada seis.


Y me acuerdo de algo; desde niña evitaba el contacto visual, no me gustaba cómo me miraban. Yo siendo chiquita se supone que debí acostumbrarme a mirar arriba, pero nunca pude porque...
Ya sabes lo que les pasa a algunos niños, como a mí
Siempre me daban coscorrones, me pisaban, me miraban feo por ser, diosmio, no sé, ¿Chiquita y fea? Hasta hoy no tengo la respuesta.
Pero siempre fui fea,
Siempre empujada
Siempre Pisada
Siempre cobarde
Y no me atrevía a defenderme, solamente podía estar con mi mirada baja viendo mis zapatos de escuela sucios. Recuerdo que me ponía de tercera o segunda en la formación para evitar callada el trago amargo de todos los días, pero venía la maestra y siempre me ponía de primera. Nunca pude pasar desapercibida cuando quise, cuando lo necesitaba.
Me acuerdo que solamente levantaba la vista para ver la bandera cuando cantábamos el himno, alta, inalcanzable, dónde nadie podía dañarla ni privarle la libertad de bailar con el viento. Solo un momento, y luego volvía a mis zapatos de escuela sucios.


Solo tuve dos amigas, a una no la he vuelto a ver, y a otra la tengo dentro del pecho. Te hablaré de ella.
Ella siempre me ha importado y cuando recorro todo aquel tiempo de escuela, escucho en mi cabeza como decía
"Déjenla"
"Sentate aquí, podemos cambiar una empanada por un pan hoy también?"
"No profe, lo que pasa es que ella no tiene papá"
Ella fue la única que me invitó a jugar y me llegó a ver con empatía. Me encantaba tanto ésta amiga que un día quise imitar su tipo de letra y hasta dibujarme pecas en el rostro.
Ella no se acuerda de éstas cosas, pero recientemente le hablé de mi corazón agradecido.
Ella fue mi voz cuando yo no pude hablar.


La cuestión es que todo tiene una raíz, y el hecho de que yo no vea directamente a los ojos, es esa
"Porque te hace recordar a la niña fea y pisada que fuiste", si.




No sé qué hacer para no creerme el pasado
No sé que gano con impresionar a alguien por lo linda que me "veo" a veces.
Sé que tengo que dejar de arrastrar a esa niña al presente y tengo que quitarme ese pie de encima
Pero todavía




no sé cómo.


Nunca enfrenté nada de esto hasta hace como tres semanas, y cuando lo hice solo quería llorar, pero me vuelve a detener la pregunta
¿Cómo podía pensar que puedo llorar a mis 28, por haber tenido los zapatos de la escuela sucios?




P.S.: Hay algo que mi amiga sí recuerda,
"Recuerdo que llorabas mucho y eras fragilita"
Y quiero informar, que nada ha cambiado mucho, porque muchas veces todavía me siento como en 3er grado, desesperada y triste sin poder entender por qué tenía los ojos llenos de tiza si solo me había levantado para sacarle punta a mi lápiz... Pero quizá, ese día, lo mejor hubiese sido


que dejara de escribir.


P.S. de la P.S.: Lo peor de haber sido la niña con los zapatos de escuela sucios, es que aún descalza, sigo viendo las marcas.

Comentarios

Entradas populares de este blog