Barro en los ojos

Volví a pensar en él antes de que pudiera darme cuenta, ella debió haber notado algo en mi mirada ya que preguntó medio alarmada

- ¿Qué pasó? Todavía con lo mismo ¿Es por él? - no pude responder, y las lágrimas llegaron a mis ojos.

- Noo, no vale la pena. Ay, pensé que ya eso era pasado - dijo, alargando el brazo para consolarme.

- No es por eso. Nadie lo entiende. – contesté al mismo tiempo que contraía y alejaba mi cuerpo de su alcance.

¿Cómo podía explicar el miedo que le tenía a cualquier roce? ¿Cómo explicar todas las pérdidas que llegaron con él? ¿Cómo iba a ser pasado que alguien osara a robar mi virtud? ¿Cómo podía dejarlo atrás si cada vez que trataba de empujarlo fuera, mis manos atravesaban en el aire su imagen? ¿Cómo iba a ser capaz de decir en voz alta que nunca estuve dispuesta, que me detuve por una salida, que quería desaparecer para el resto de los hombres y esconderme entre los árboles?

- Entonces explícame - soltó ella.

- Ya es tarde. Ya todo el mundo tiene su propio esquema de los actos, y sabes bien que el pueblo está sordo a mis gritos y extremadamente prestos a señalarme con sus dedos agudos. – y no es que le faltaran razones, eso lo sabía.

Lo que más me mataba, es que a muy pocos se les reveló mi desdicha y sabía que ella no estaba entre ese remanente.

Yo quería decirle que él estaba en mis pesadillas, que me perseguía dispuesto a robar mi hogar, mis hermanos, mis ángeles. Que me gritaba terrores con la mirada, que era más fuerte que mis manos frágiles, que luché por no caer en la trampa de mi par y mi enemigo.

Yo quería untarle barro en los ojos y aclarar el panorama. Muy pocos me descubrieron tal cual era;

La virgen perdida en medio del bosque espeso

Los ojos secuestrados

El soldado caído

La lucha de labios sellados.

- Ya pasará - dije, haciendo como que le restaba importancia para calmar las aguas.

Y me volví a preguntar cómo era posible que ella pensara que podía ser pasado, cuando tuve que andar por la vida

de golpe

siendo mujer,

a mí,

que todavía, pasados tres años

en ocasiones

me ahogo en la marea.

Comentarios

Entradas populares de este blog