Un Agosto puede parecer corto si no viene cargado de penas. Pero mi Agosto vino acunando un entero cataclismo. En Agosto puedes recibir golpe tras golpe, puedes orar y deshojar la fe dos horas después, puedes ver como un ave se te va de las manos, puede ser la última vez que veas a un amigo, puede cobrar más sentido aquella frase del libro que leíste donde alguien menta la muerte el día del nacimiento, puede una noticia asustarte y encerrar una completa colección de hecatombes… es que hay Agostos que parecen tan eternos cuando se van y nos dejan tantas desdichas. 

Sé que ya hace meses dejó de ser Agosto, pero es que a veces, en las noches sigue atrasado mi calendario.

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