Hace años, me acuerdo; buscaba tu letra, tu tinta, tu imposición. Pero el acto final estaba encima, ya no nos quedaba tiempo, no pude ver tus manos levantándose sobre mi cabeza y no pude regalarte la sonrisa que imaginaba. Fue hace años, me acuerdo. Y esta vez de muy mala gana se me repite la historia, llegué muy tarde a la voluntad de Dios, mi fe derramada no bastó para hacer una variable en su plan, era definitivamente otro acto final, y de nuevo, apenas un par de horas después, sin agujas para la anestesia, se acabó y me hirió el tiempo.



A mi tío Domingo "Dominguito", que ya descansa en Dios.

Comentarios

Entradas populares de este blog